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Estabilidad Lectura: 3 min agosto 02, 2022

Cuenta de ahorro para niños: cómo funcionan y por qué abrirles una

Paola de Con Letra Grande

Experta en finanzas personales y educación financiera

Pocas cosas son tan efectivas como abrirles una cuenta de ahorro a tus hijos para enseñarles el hábito de ahorrar. Si además consideras que es una herramienta que le puede servir para otros objetivos financieros a lo largo de sus vidas, entonces qué esperas para saber cómo abrir y operar una.

Como aprendimos en el blog sobre los pasos para abrirle una cuenta de ahorro a tus hijos, además de ser muy fácil de contratar, un instrumento financiero de este tipo no conlleva gastos de apertura, administración ni mantención. 

Sólo debes cumplir con los requisitos que existen para abrir una cuenta de ahorro en Chile, leer cuidadosamente todas las condiciones del producto que elijas e, idealmente, dirigirte al banco junto a tu hijo para concretar la apertura.

Ahora bien, ¿cómo funciona una cuenta de ahorro de este tipo y por qué es tán elemental que acompañes su uso y administración?

Cómo funciona tener una cuenta de ahorro para niños

Lo primero que debes saber es que una cuenta de ahorro para menores de 18 años genera intereses anuales, por lo que no es recomendable girar dinero antes de ese plazo. Puede hacerse, pero conlleva multas que operan como desincentivo a la práctica de sacar ganancias antes de tiempo.

Con esto, no sólo enseñas a tus hijos que ahorrar se trata de esperar en el largo plazo, y que el gasto sin planificación, generalmente, produce pérdidas. También los educas en el arte de administrar y cuidar sus recursos.

Otro punto interesante es que varias compañías que ofrecen este producto otorgan premios en dinero cuando sus usuarios no realizan giros en el curso de un año, lo que constituye un doble incentivo para que tus hijos aprendan el valor del ahorro.

El primer acercamiento es clave

Apenas tengan habilitada la cuenta de ahorro, haz el ejercicio de ingresar al sitio web del banco para enseñarles a tus hijos cómo administrarlo. Diles que es elemental que no compartan sus datos de acceso con otros y muéstrales dónde pueden revisar su información personal, pero también la contabilidad de su dinero.

Que conozcan cómo realizar un nuevo depósito o giro de dinero, así como también revisar la tasa de interés aplicada, los montos que requieren una aprobación mayor para ser retirados y la bonificación recibida en caso de no efectuar giros en un año.

Inculcando hábitos financieros

Con el tiempo, puedes alimentar el hábito de ahorrar dinero de tus hijos, fijando con ellos nuevas metas financieras. Para esto, la cuenta de ahorro resulta elemental, pues al no tener costos de mantención, puede utilizarse durante mucho tiempo. 

Si, por ejemplo, partieron juntando dinero para comprarse juguetes, pueden continuar con objetivos mayores como la compra del primer computador, salir de vacaciones o asegurar el pago de los estudios universitarios.

Actuando con el ejemplo

Fijarse metas financieras en el largo plazo, no sólo contribuye a que los niños aprendan la importancia del ahorro desde pequeños, sino que también a que vayan adquiriendo nuevos hábitos con el paso del tiempo, como por ejemplo invertir.

En este sentido, los padres tenemos la responsabilidad de enseñar con el ejemplo, siendo transparentes con los hijos respecto de sus propios hábitos con el dinero. Explicarles qué funciona y qué no, puede resultar muy enriquecedor para estos.

Como se puede leer en algunos blogs de finanzas, si tus niños notan que eres organizado con las cuentas del hogar y que te preocupas por el ahorro, lo más probable es que imiten esa conducta apenas tengan la oportunidad.

El momento del balance

Cuando pase el primer año de ahorro, junto a tus hijos hagan una evaluación no sólo financiera, sino que global para fomentar el esfuerzo y reconocer los sacrificios que se han hecho.

Revisen las ganancias obtenidas, pero también los avances respecto de lo que se han propuesto, porque puede ser necesario hacer un nuevo esfuerzo para alcanzar más rápido la meta.

En esto, tú también puedes establecer tus propios esfuerzos, como comprar ropa de segunda mano o almorzar más en la casa para ahorrar dinero. Así refuerzas el valor que hay detrás de cada decisión de consumo y te sumas para que la recompensa final sea todavía mayor.

Y esto es sólo el comienzo

Si se toman esta primera práctica financiera en serio, toda la familia podrá ponerse a buscar la conveniencia en otros aspectos, más allá del ahorro a largo plazo. 

En este sentido, eres tú el encargado de establecer los límites al ímpetu que pongan tus hijos en la administración de su dinero, porque una vez enseñado, será un hábito que los acompañará por el resto de sus días.

 

¿Por qué es clave que tus hijos comiencen a ahorrar ya?

 

 

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Paola de Con Letra Grande

Experta en finanzas personales y educación financiera

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